30 de abril de 2009

Examen de conducir

No hace ni una hora que he llegado a casa. Desde las 7 que me levanté, digo yo que está bien ¿no? Que a mi no me gusta ser una superwoman trabajadora de esas de los anuncios de actimel que no para en todo el día. A mi me gusta tomarme la vida con más calma y no madrugar tanto. La mañana movidita, ha sido el día del centro y no he parado, menos mal, porque no teníamos internet en el despacho y si tengo que estar allí sentada, me corto las venas. Y por la tarde he pasado un rato muy divertido en buena compañía, conociendo a un grupo de mujeres con una juventud y frescura de envidia. En especial una de ellas, la más guapa de todas. Con la que está cayendo y como le brillan los ojos. Un modelo a seguir, un ejemplo de como no hay embiste que te de la vida que no puedas superar. M. me quito el sombrero. A tus pies.

Y ahora, recién duchadita y empijamadita estoy en la cama, con la final de Fama de fondo. Haciendo las tareas que me ha mandado mi padre, visualizando mi examen de conducir. Y es que me examino la próxima semana, y tengo miedito. Mucho miedito. Sigo con la teoría de que no se puede atender a todo con solo 5 sentidos. Contando con que el olfato y el gusto no participan en la conducción, solo me quedan 3; y el tacto y el oído ... tengo mis dudas. Pero me he hecho la promesa de que cuando apruebe, tengo que prescindir de algo. Sí, sí, no me miréis así. Algo voy a borrar de mi mente. El intermitente no puede ser, es importante. El tema de las señales depende, pero si no miras algún stop puedes tener problemas. El paso de peatones es impepinable, que ahí la puedes liar parda. Estoy entre las marchas o las líneas de la calzada. Creo que al final pasaré de las líneas, por que total, en la mitad de los sitios no están, tienes tú que imaginártelas. Y al final la gente se mete por donde tiene hueco, pues yo igual, y luego que piten. Total, siempre me pitan. Aunque lo del tema de las marchas ... no entiendo cual es el problema de ir en segunda a todos sitios. Pues vas a 30 y más seguros todos ¿no? a 30 km/h no te puede pasar nada, vas superdespacito. ¿Y eso de qué el coche te pide las marchas? ¿qué lo tienes que automatizar? bueno, con eso no doy crédito. Hoy mi profesor me dice que el coche me habla ... y yo flipando ... ¿qué me habla? ¿y qué coño me dice? porque sería mucho más fácil si una vocecita me recordara que hacer en un cruce sin señalizar o cuando se tira un peatón a un paso de cebra (os juro que en cuanto ven un coche de autoescuela, se tiran, saben que paramos siempre). Una vocecita tipo kitt (te necesito) que me echara una mano en ese examen que me recome por dentro.

Porque el día que tenga que coger mi megane yo sola, estoy tranquila, conduzco más o menos como el resto de la gente, se me olvidan cosas que no ponen en peligro al resto de la humanidad. Pero a esta gente de tráfico se le ha metido en la cabeza que el día del examen hay que hacerlo perfecto, sin fallos, con los 5 sentidos (en mi caso solo uno válido) en el examen. Esa presión unida a las mil leyendas urbanas que corren en esta ciudad sobre los examinadores ... Pues imaginaros el panorama, es que me veo olvidando el intermitente y el tipo de atrás saltando sobre mi. Es que lloro. En cuanto me diga algo os juro que lloro.

Así que mi coach paterno me ayuda a controlar los nervios, visualizar el examen, canalizar la presión y mostrarme positiva. Todo eso a la vez. Y en ello estoy. Pero entre respiración y visualización me desahogo, y aprovecho para romper una lanza a favor de todos esos pre-novatos que no oyen su coche cuando les habla, que hacen todo el recorrido en la misma marcha, que confunden la derecha y la izquierda y que piensan que lo mejor que puedes hacer media hora antes del examen es tomarte un tranquimazín. Mucho ánimo, visualizar, controlar, canalizar y respirar hondo. La semana que viene, os cuento.

26 de abril de 2009

Los viajes a los 40 (años)

Feria Educativa de la Universidad para informar a futuros alumnos. ¿Y a quién creéis que le iba a tocar estar aquí la mañana del domingo? A la becaria. Aquí no hay ni pájaros. Y mientras espero a esos jóvenes que me venga a preguntar por la que creen la decisión más importante de su vida (ilusos) me dedico a la maravillosa tarea de ver circuitos de viajes. Para los que me leáis de nuevo, este año me he propuesto veranear en Punta Cana.

Una muy amiga mía me aconseja que no me agobie con los viajes, que al año que viene me voy de luna de miel y que después tendré una larga vida para moverme por el mundo. Ya. Pero es que yo quiero moverme ahora. Y concretamente moverme al Caribe. Pues me suelta el otro día, que podré viajar a partir de los 40. Y mira que te quiero, pero no te soporto cuando me dices esas cosas.

Mi fobia a cumplir años es mundialmente conocida. No me gusta acercarme a los 30. Y no digamos más, para mi no hay vida más allá de los 40. Y no me malinterpretéis aquellos que han llegado o incluso la sobrepasan, que nadie se sienta ofendido. No es que la vida acabe en esa década, ni mucho menos. El mejor ejemplo lo tengo en casa, mi madre casi roza el medio siglo y está estupenda, joven y guapa como nunca la he recordado, en su mejor época. No no, no es eso. Para mí, no hay vida más allá, porque no me visualizo, no me lo imagino: los planes que hago son a medio-corto plazo: boda, viajes, tesis, trabajo y un poco más adelante hipoteca y embarazos, muchos niños. Y hago un esfuerzo titánico en imaginarme con hijos que van al colegio. Cierro los ojos y solo veo maravillosos querubines tomando biberones y aprendiendo a decir "mamá". Con ese panorama, ¿¿¿como voy a verme a los 40??? Es que soy incapaz. Con incipientes patas de gallo, provocadas por la preocupación que me causan mis hijos adolescentes. Si llegan tarde, si suspenden, si se drogan ... Y tendré que teñirme, porque tendré canas. Ains, si es que cuando tengan novi@ me convertiré ¡en una suegra! y después ¡¡¡en una abuela!!! Me están temblando las piernas ...

Es la misma sensación que tenía cuando mi padre me decía "cuando te toque a ti" y lo veía tan lejano que casi no lo veía. Pues eso, que no me gusta que me digas que podré hacer cosas a los 40, porque no entra en mis planes. Es como si yo te digo que ya podrás ir a Egipto con el Imserso. ¿A que no mola? Pues eso mismo. Que me voy a Punta Cana antes de los 30.

21 de abril de 2009

Vacaciones

Me encuentro en ese maravilloso momento del año en el que empezamos a elegir vacaciones y nada está decidido. Ya casi tenemos la fecha definitiva y ahora toca elegir destino (me encanta). Si, ya sé que este año me toca beca en Canadá, lo sé … pero y si no me la dan hay que tener un plan b ¿no? Nunca jamás en mi larga vida de becaria pensé que llegaría un momento en el que si no me daban una beca, no se acabaría el mundo. Pues eso, que ahí estoy, mirando vacaciones y cruzando los dedos para quedar en la lista de espera del ministerio, que atravesar el charco sola me da mucha pereza.


Bueno, no me distraigáis, hablaba de mis vacaciones. La semana pasada tuve la genial idea de coger todos los catálogos del corte inglés de lunas de miel. No lo hagáis nunca, os entrarán ganas de casaros seguro solo para iros de viaje. Y ante mis ojos apareció un maravilloso viaje a punta cana, con esas aguas caribeñas, ese camarero en la piscina y ese jacuzzi olímpico. Si, es verdad, siempre he sido antiluna de miel en punta cana, pero es que esto no es para la luna de miel (ese destino ya está elegido) ¡es para este verano! Pero mi futuro esposo se resiste, le ha dado por decir que tenemos que ahorrar para la boda. Y lo mismo tiene razón y todo. Pero como no hago daño a nadie, solo a mí misma y mis ansias del Caribe, pues sigo viendo catálogos y sacando presupuestos, eligiendo mil destinos exóticos e imaginándome en hoteles de 5 estrellas con mojito en la piscina (que glamour, no me digáis).

Aunque a estas alturas sé de sobra que mis vacaciones serán una mezcla de descanso en codosera city, alguna escapada a la playa (no más lejos de Conil) y mucha piscina … pero de ilusiones también se vive ... Y como dice una gran amiga mía, podrás viajar a partir los 40, que tú vida no se acaba ahí. Ya sabes lo que pienso. Eso si que dará para entradas en mi blog. Próxima lectura: la vida (y los viajes) a los 40.

7 de abril de 2009

Baños árabes

Hace un ratito que he vuelto de usar el regalo que le hice a mi madre por su último cumpleaños. Y aunque de eso hace ya 4 meses, la matriarca está de vacaciones y esta tarde nos hemos encajado las dos, y una amiga suya de toda la vida, en los famosos baños árabes del centro de la ciudad.

Con el bañador en el bolso y media hora antes de la cita (nos han pedido que fuésemos puntuales y no hemos calculado bien) las tres maris hemos entrado. Yo, que soy muy buena hija, había incluido un masaje de media hora en el regalo, y les iba contando lo que nos íbamos a encontrar: un negrazo de dos metros, guapísimo, superdepilado y con el cuerpo brillante y untado de aceite, que iba a hacer las delicias de las mujeres allí presentes. Primero nos prepararía el baño y luego con esos brazos musculosos y una por una, nos quitaría las tensiones corporales. El problema es que yo me lo he creído y lo esperaba de verdad. Así que cuando un chico joven, blanco (y vestido) nos ha abierto la puerta, me he llevado la primera desilusión. Y cuando lo he mirado dos veces: "mamá, a mi este chico me suena" ... me he dado cuenta de que el susodicho había compartido clase con una servidora desde preescolar hasta 8º de EGB, o sea la mitad de mi vida escolar. Mal asunto.

Hemos estado a nuestras anchas, las tres solas: la piscina de agua templada nos ha encantado, la de agua fría despierta los sentidos y la caliente ... bueno, realmente la caliente quema, y me ha costado entrar, pero una vez dentro a madre e hija no había quien las moviera, hasta que he empezado a ver, a través de una niebla londinense, a mi madre un color raro, como color langosta y la apariencia de un garbanzo arrugado y la he obligado a salir.

Luego mi masajista: “me ha dicho la señora de antes que somos del mismo barrio. Sí sí es verdad, tú eres tal, yo cual, cuantos años. Pensé que no me reconocerías. No estaba segura ...” lo de siempre vaya. Y después de las presentaciones me ha untado de aceite y se ha puesto manos a la obra. Y claro, yo que esperaba a Míster Jamaica, pues me ha costado relajarme, porque seamos sinceros, que un chico con el que has compartido plastidecor, bollycaos y mocos en la infancia, te masajee todo el cuerpo y se de cuenta de cual es el lugar exacto al que no llego cuando me depilo las piernas pues le quita mucho glamour al asunto. Y si encima llevas la idea que yo llevaba (ilusa) pues mucho peor.

Y nada, aquí estoy, mucho más relajada y aún untada de aceite (que esto no se quita ni con las nanas). Se han quedado en el agua las tensiones de los últimos 5 años de mi vida, lo recomiendo fervorosamente. Eso sí, sin ideas preconcebidas, que luego pasa lo que pasa. No digáis que no os lo advertí.